La otra Navidad

Los pisos rotos llenos de moho, que alojado en las rendijas se dispersa y acompaña a las plantas que en el tiempo inclemente nacen, e intentan crecer, se enredan y levantan en cada época, la navidad llega como una “tía emperifollada” de sombrero alto y paltó para decirnos que hasta el moho se viste de gala porque hay un motivo para celebrar, ¿y la otra navidad? ¿Como es?... ¿Que hacen? ¿Cuanto compran? ¿Que comen? ¿Será que mis hijos sabrán que soy yo quien da el regalo del niño Jesús? o es que entre esquinas, humedades, y olor a brea, la navidad se cuela para vestir al Santa del Niño Santo; o a el “JOJOJO” de las risas que se imitan aunque por muy descolorido que sea el traje, también se juega a ser Santa Claus.

En la caracas del gran pesebre, existe navidad y se arregla la casa! y se le quita al que tiene para ponerlo en mi mesa; y dicen: Que bueno me salió ese trabajito! porque ahora sí tendré completo pa’l “niño Jesús” de los muchachos. Recuerda que...”La navidad es tiempo de compartir”... entonces porque no darme, si a ti te sobra, porque entre ricos y pobres no hay diferencia; Solo que mi trabajo es distinto, está lleno de encuentros y de sobre tiempos, para rendir a todas sus exigencias. Así el duro trabajo se verá recompensado; donde el tuyo puede ser de día,... pero el mío, el mío ¡es de noche!

En esa noche oscura a pesar de estar yo más cerca de la estrellas, miro hacia abajo y en tu mundo, el de aquella otra navidad oigo las risas, veo las galas, bailo la música... aunque esté yo más ceca de la luz que guía al que se empeña a que con tanta navidad no se juega.

Cada año es distinta la historia de los que hoy viven en una Venezuela cambiante, la arremetida, la que conversa o la que te dice “dame todo lo que tienes” y” no voltees” ¡por que yo también tengo derecho a festejar!. La navidad en la ropa con olor a nuevo o la de aquellos que están más cerca de las estrellas, la dura mezcla confunde la fuerza con la grandeza y al amor con la humildad es que por amor se es capaz de todo en esta vida, si se consiguen valores en las alturas de una ciudad es porque en cada rincón hay un venezolano en sus luchas por dar a quienes con esperanzas moverán los pesebres rotos de la ciudad perdida en el que cada año se ha atrevido a darle sentido a su “Otra Navidad”.




Dluros.