Dluro's

Aprender con la Derecha..

¡Arriba , abajo derecha, Izquierda! direcciones que denotan una guía a seguir, también pueden ser considerados perfiles de hacer y de pensar, modos de adquirir una postura y para algunos: potencialidades que definen nuestro modo de existir.

En un dejar caer, sin remedio están dispuestas la derecha y la izquierda para hacer frente a la influencia inclemente, al desplazamiento ambivalente de dos fortalezas: La autoridad y la vehemencia.

La derecha aprendió que no se puede actuar correctamente porque una línea recta no es guía, que lo estirado no da aristocracia y que para mostrarla, hay que soportar dolor. Ella se entrenó hacia las subidas, bajadas, en los modos de resolver, cuando de mi fuerza dependía que ella obtuviera lo deseado sin afectarla, y a la vez, que seas comprendida; y si durante el tiempo te disciplinas, mañana serás la entrenadora universal que dirigirá las dificultades venideras. Valiéndose de la recién aprendida obligación a dar sin esperar a cambio después, el tiempo le ratificaría el marcaje de los pasos que con seguridad en si misma, sabría acomodarse para mostrar la solidaridad recibida.

El comienzo de cada situación es un adaptarse y repetir patrones nuevos de conducta que confunde a la ambivalencia, de... ¡cual pongo primero? ¡porqué así? Y...¡ qué sentido tiene?

Cuando entiendas que se necesita de ambas direcciones, te darás cuenta que la individualidad desplaza el tan buscado sentido. Y aunque una rivalidad sea posible, una no debería independizarse de la otra porque se necesitan, turnadas y desplazadas en una alternativa de: la derecha como guía y la otra en compañía, serían así el equipo perfecto.

Cierto es: que le tocó a las dos recibir la belleza estética de la cirugía para el pertinente acomodo de la fisonomía interna; y así otorgar la posibilidad de convertirse en las protagonistas del caminar con la dualidad y liderazgo que a la medida del quebranto ellas se sabrían acoplar. A diferencia de la derecha quien enseñó a la izquierda los trucos y manías de su andante, la izquierda ante su indisposición llevaba una escuela por delante; lo que le propinó una ayuda al que en el peso de sus funciones lleva consigo, a autoridad.

Ante el empeño de conseguir el liderazgo y evitarse tantos inconvenientes de sobra, a la izquierda se le otorgó el título de vehemencia. Debido al tiempo con el que contó y a su disposición de sufrir lo menos posible. Vehemente porque sin creerse enferma, se ejercitó y al sabérselo se empecinó en fortalecerse de los llamados ejercicios rehabilitadores que despiertan a los músculos y a las articulaciones, significando así un trecho largo para dar rienda a la habilidad práctica y al fogueo del dolor por conocerlo de antemano. Al haber sido una compañera solidaria y poner primero su disposición.

“El final y el objetivo No todo final es un objetivo El final de la melodía no es su objetivo; pero a pesar de esto si la melodía no llega a su final, no logra su objetivo.” Friedrich Nietzsche.

¡Como lo entiendo?

No es necesario que lo hecho deba responder a un objetivo. Ahora...¡si no lo tiene ....habrá propósito en él?

A mi amigo emblemático, de tenerlo al frente, le diría que en situaciones como estas si el objetivo no logra su final, se caería sin remedio.

Hasta una compañera me comenta “la debilidad de las mujeres esta en las rodillas” y le contesto ¡Que bueno que sólo tenemos dos!.

Dluros

No hay comentarios.: