Dluro's

El misionero de Dios.

En cada llanto
en cada vida
distinta una de otra
de parejas benditas
por la supremacía divina
traed al mundo un niño
y darás un nuevo personaje

Por el umbral de la vida
que tus manos dieran
Pasa a un lado la muerte
desapercibida y casi inadvertida
sigilosa y fuerte

Si andas sin saludarla. ahí se queda...como...esperando
y día tras día; la vida, la muerte se acompañan y se hieren.
pero el señor de los permisos a una sola se adhiere...
A la vida, que asegura la alegría de un idilio amoroso
y con sus humildes manos, abrazan y besan al diminuto ser.

Doy gracias a Dios por la bendición que la vida me otorga
por mis hijos : alabanza al Todopoderoso , compartido junto al regocijo de su padre.

Doctor Lozada :

El dominio de su maestría, sabiduría y encanto reunidos en profesionalismo ético, me hacen alabar la belleza de sus manos porque han sido coprotagonistas de la naturaleza impregnada de acción divina.

Cuando mires a lo lejos
y acompañes al ocaso
acerca tus manos al rostro
y cuenta las veces que en cada nacimiento
ellas te ayudaron

Dluros.

2 comentarios:

Fausto Vonbonek dijo...

Lourdes, en este poema desbordas bondad y una gran devoción por las auras creadoras que anidan la fe y el motor del amor. En tu interior tú también buscas siempre ayudar a tu entorno, y eso incluye la familia, el trabajo y los seres que a ti te rodean. La poesía es en sí misionera exquisita, y aquí tu demuestras el vate en tu sangre. Te felicito, colega. Fausto Vonbonek.

Enike dijo...

Leía hace poco un comentario acerca de la vida y la muerte, de como la vida es tan corta en comparación con el tiempo que tendremos que estar muertos. No lo comprendo todavía, pero lo que si entiendo es que si la vida es un instante, pasajera, tenemos que agradecer a Dios por aquellos que aman la vida y ayudan a que sea posible.